De una hipoteca variable a una fija: paso a paso

La subida del Euríbor afecta a las hipotecas variables al ser el principal indicador en el cálculo del tipo de interés.

Las hipotecas variables se calculan a través del Euríbor, que es el tipo de interés al que las entidades bancarias europeas compran y venden dinero entre ellas. Si el Euríbor sube, significa que la hipoteca variable se encarecerá, por lo que es probable que haya personas que quieran pasarse a una hipoteca fija. Para ello, hay que tener en cuenta las características de la hipoteca de tipo fijo:

  • A salvo de las subidas y bajadas del Euríbor: el interés será fijo y constante, por lo que siempre se pagará la misma cuota.
  • Los tipos de interés y las cuotas son mayores: es cierto que los tipos de interés y las cuotas de las hipotecas a tipo fijo son mayores que las de las hipotecas a tipo variable pero, a cambio, ofrece la tranquilidad de poder pagar la misma cuota siempre.
  • Condiciones favorables: los plazos para el préstamo están situados entre los 20 y 25 años, pero pueden extenderse hasta los 30 años.
  • Comisión de apertura elevada.

Tres maneras de pasar de una hipoteca variable a una fija

Novación 

Solicitas al banco cambiar las condiciones del préstamo hipotecario contratado. Es decir, renegocias la hipoteca. Esto afecta al tipo de interés, a la cantidad del préstamo (normalmente suele ampliarse) y al periodo de amortización.

Tendrás que abonar una comisión de novación que no puede superar el 0,15% en los tres primeros años, para desaparecer tras este periodo.

Subrogación 

Solicitas el cambio de hipoteca a otro banco. Esto conlleva modificaciones en las condiciones del préstamo, como el tipo de interés. El cambio se lleva a cabo cuando se comparan diferentes hipotecas y aparece un banco con mejores condiciones.

Tendrás que abonar una comisión por subrogación que no superar el 0,15% en los tres primeros años, bajando al 0% al pasar este periodo. Además, deberás pagar el coste de la tasación para saber el valor de la vivienda.

Cancelación y constitución 

Cierras tu hipoteca y abres una nueva para establecer un tipo de interés fijo. Esto supone:

  • Comisión por cancelación anticipada total (debe aparecer en la escritura del préstamo).
  • Gastos de la cancelación registral de la antigua hipoteca: el banco, por lo general, te obligará a que contrates a una gestoría para que se ocupe de los trámites.
  • Costes de la formalización del nuevo crédito: el precio de la tasación de la vivienda y posible aplicación de una comisión de apertura a la nueva hipoteca.
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Comenzar con los trámites

Si optas por la novación, el proceso de tramitación será rápido porque el banco ya cuenta con tus datos personales y bancarios.

Si prefieres la subrogación, tendrás que presentar la documentación para pedir una hipoteca como si fuera la primera vez: justificante de nómina, contrato y vida laboral, justificante de otros préstamos pendientes, últimas declaraciones de la Renta…

Si eliges la cancelación del préstamo para abrir uno nuevo, tienes que finalizar la relación con tu banco y comenzar los mismos trámites para pedir una hipoteca por primera vez.

¿Cuánto cuesta pasar de una hipoteca variable a fija?

El coste del cambio de una hipoteca variable a fijo depende de:

  • El contrato.
  • La fórmula que se use: novación, subrogación o cancelación y apertura de una nueva hipoteca.

Por ejemplo, si tienes una hipoteca pendiente de 100.000 euros que ha sido contratada hace dos años tendrías que abonar lo siguiente:

  • 150 euros con la opción más barata (novación).
  • 450 euros con la opción intermedia (subrogación).
  • 1.024 euros con la opción más cara (cancelar y abrir un nuevo préstamo).

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